La cámara digital estaba sin memoria y sin baterías, y necesitaba sacar unas fotos. ¿Qué hacer? Recurrir a la cámara de rollo.
Es una buena cámara, una Olympus, no debería dar problemas una vez el rollo instalado.
En el camino, pasamos por el supermercado a comprar un rollo. No sabía qué tipo de rollo era el que necesitaba, pero supuse que algún empleado del súper podría ayudarme. Gran error. Tres personas me atendieron, y ninguna sabía cuál era la diferencia entre rollos. Así que elegí un rollo cualquiera y les pedí que me lo pusieran en la cámara. Segundo gran error. Todos sabían qué era un rollo, pero nadie se acordaba de cómo funcionaba, era como tratar de multiplicar con un ábaco.
Luego de 5 minutos de que trataran de ponerle el rollo a la cámara desistí y les dije que ya yo me las arreglaría.
Para colmo luego ya cuando estuve tomando las fotos, siempre tenía esa costumbre de sujetar la cámara a 10 cm. de mi cara.
¿Todavía me acordaré cómo rebobinar un cassete o grabar un VHS?
Etiquetas: Irreflexiones, Personal
nos veremos en el encuentro de blogeros, claro de que si una buena causa y conocer a nuevos amigos, genial y bueno pro lo de tus hay dias medios chipados pero siempre habra una salida para todo
saludos =)
Por otro lado, yo se usar cámaras con rollo (jejeje), hasta sé que iso comprar para cada cámara y qué obturación y todo eso para cada tipo de foto.
Pero de eso puede presumir cualquier compañero de la materia de fotografía de mi U ^__^
Y... no sé montar a caballo U_U
Oh no, el tiempo pasa...